Curiosidad.

Me da curiosidad la naturaleza humana. No tiene nada que ver con las preguntas filosóficas que muchos ya se han planteado y auto-respondido.
Porque ya hay muchos autores hablando sobre ello y refutando las teorías de sus antecesores. Tiene que ver con el fenómeno que es el ser humano. El principio mismo de la ciencia es que algo ocurrió y la vida surgió y ella se encarga de dilucidar que fue ese «algo» que ocurrió. La filosofía se pregunta por el hombre y su destino. La psicología se encarga de estudiar los procesos mentales y nuestra conducta.
Pero… ¿Y que pasa si juntamos estas tres disciplinas? ¿Son tan incompatibles como nos han hecho creer? Yo no lo pienso así.
Deberíamos saber que el hombre mismo se encargó de etiquetar cada cosa de manera cuidadosa para su propio entendimiento y conveniencia. Y aquellos que se atreven a cuestionarla son una anomalía estadística. Un error de cálculo. No tiene porque ser así.
Me da curiosidad la naturaleza humana porque creo que sus sentimientos «negativos» son los más reales. Los más sinceros en esta hipocresía que se volvió la sociedad. Creo esto porque vienen de nuestros instintos primarios, nuestro lado salvaje que ocultamos en reglas y normas que seguimos sin cuestionar. ¿Porqué preocuparse por las normas morales y las éticas? ¿Porqué preocuparse por ellas, sí quien te las enseña es el primero en romperlas? No le encuentro sentido. No lo encuentro.

Por eso odió el ser y el deber ser. Porque la primera es lo que debes de ocultar y la segunda es una potencia inacabada e irrealista. Todo esta sociedad y su contexto es una utopía.

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